15 mayo 2008

LOS TEMPLOS DEL ROCK



La Cueva, madre de todos los bares, durante su apogeo a fines de los `60. El lugar es hoy un estacionamiento.


El paso del tiempo ha demolido de la memoria colectiva decenas de bares que ocuparon un espacio importantísimo en la historia del rock nacional. Míticos escenarios que fueron testigos de los comienzos de bandas como Sumo, Los Redondos, Soda Stereo, los Fabulosos Cadillacs y muchos otros grupos. Oscuros refugios de los que no quedan más que un puñado de recuerdos escombrados que no alcanzan para reconstruir el cuadro completo. Pero que, al menos, sirven para armar parte del rompecabezas de estas cunas que abrigaron los primeros pasos de nuestro rock y que hoy son sólo fantasmas aplastados por edificios modernos.


CERCA DE LA REVOLUCIÓN
(La Cueva, Pueyrredón 1723)

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1) Fachada de La Cueva durante los '80, cuando ya estaba cerrada 2) Frente actual del lugar donde tocaron por primera vez Moris, Tanguito y Lito Nebbia 3) El interior de La Cueva durante su apogeo a fines de los ´60

Sin lugar a dudas, la madre de todos los bares fue La Cueva. En un comienzo, fue un punto de encuentro de los grandes jazzeros de la época hasta que Billy Bond, líder de la Pesada del Rock & Roll, le dio un giro roncanrolero al lugar, devenido tiempo después, en un estacionamiento. Los fines de semana tocaba Sandro y los de Fuego y había mucha agitación. La policía caía con demasiada frecuencia y los habitúes menores de edad se vieron obligados a migrar a La Perla del Once. Unos años después abrió La Cueva II, en avenida Rivadavia, en donde paraban Spinetta, Pappo y Moris, entre muchos otros rockeros.

REPRESIÓN
(Le Chevalet, Ecuador 1644)

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A finales del '79, cuando yo tenía 15 años, empecé a ir a un restaurante de comida francesa, que ahora es un hotel, un lugar muy concheto manejado por unos bon vivants. Boto Jordan, uno de los dueños, nos dejaba tocar a nosotros Los Laxantes, a Los Violadores y a Andrés Calamaro con su Elmer´s Band. Era la época del quilombo de los milicos, entonces los dueños me decían ¿por qué no le pedís a tu papá que te firme una autorización? ¡Y mi papá me la firmó!, los dueños la pegaron en la barra”, cuenta entre risas Horacio “Gamexane” Villafañe, que explica que en ese tiempo estaba prohibido tocar en la mayoría de los lugares: "teníamos que hacerlo de canuto porque estaba lleno de milicos por todas partes y como todos éramos menores siempre terminábamos presos".

QUIERO DINERO
(Café Einstein, Córdoba Y Pueyrredón)

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1) Entremedio del Banco y del videoclub se encontraba el Café Einstein. 2) Omar Chabán y Katja Alemann haciendo una de sus performance. 3) Sumo tocando en el Einstein en el ´83

"¡Sergio!, ¡Omar! Helmut! quiero dinero" le cantaba Luca Prodan al trío propietario del Einstein: Sergio Ainsestein, Emir Omar Chabán y Helmut Zieguer. El bar era una especie de living grande con un escenario chiquito, inaugurado por Sumo y Los Twist. Sólo había capacidad para unas 80 personas y quedaba en un primer piso. "Estaba bancado por los Aleman, era re megacontracultural, era muy under y muy colorido", comenta Gamexane. El color se debe nada más y nada menos que a las manos de Pipo Cipolatti que recuerda: “Lo pintamos de colores chocantes y sutiles al mismo tiempo y lo dejamos muy Art Decó. Como yo soy electrotécnico le hice toda la instalación eléctrica. Al galponcito sin luz que estaba en el fondo, por el fenómeno del alargue, le llevé electricidad y así pudimos ensayar Los Twist y Sumo. Recuerdo que hice el diseño de la primera entrada que decía: Einstein, cena, baile. Diviértase. Atendido por sus mozos"

En el Einstein muchos martes se hacían ollas populares de ravioles de mandarina a las que, según Pipo, no iba nadie. Él junto a Luca, Arnedo y Melingo, hacían inolvidables noches acústicas de covers de Bob Marley, Dean Martin y Frank Sinatra. "¿Por qué no se suicidan ? les gritaba Pipo a los punkitos que iban al lugar y como éstos se enojaban, su amigo Luca Prodan interfería colgándose de una viga y pidiendo: "¡che, no lo jodan a Pipo!". Gamexane, que asistía como espectador, comenta que sin duda lo mejor del Einstein era tomar unos tragos mirando la formación mutante de Luca. Muchas veces Arnedo agarraba el contrabajo y Luca la guitarra. Sumo tocaba los miércoles y se llamaba Sumito. Además tocaban Soda Stereo, Los encargados, Control y muchísimas bandas más.

ROCK FUERTE EN EL STUD
(Stud Free Pub, La Pampa y Libertador)

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El Stud era horrible, una cueva infestada de humedad, asegura Sergio Rotman. Tenía un escenario de 5 metros por 2 y, al igual que el Einstein, contaba con capacidad para pocas personas. Las noches más explosivas, como la que Sumo presentó La Gota en el ojo, en el local donde actualmente hay un edificio, se juntaban como mucho unas 100 personas. Una vez por mes tocaban Sumo y Los Redondos. Luca salió una noche a cantar con un colador en la cabeza y dijo: "Sí, yo canto en inglés pero soy italiano, men, y ¿quieren que les diga algo? las Malvinas son italianas. ¿Saben por qué tengo este colador en la cabeza? Porque los italianos van a bombardear, pero con fideos, tengo colador para agarrarlos". El lugar era punto de encuentro de grandes músicos. Ahí Gamexane tocó con Sobrecarga y también lo hicieron otros tantos grupos que después desaparecieron. "Era copado. Vi uno de los mejores recitales de la época, el show de la primera alineación de Fricción, que en ese momento tenía una formación similar a la de Cerati solista. La rompían. Me acuerdo que ahí siempre me lo cruzaba a Gustavo, que era un salidor groso, a Charly Alberti, que también siempre estaba por todos lados", rememora Gamexane. Por su parte, Pipo jura haber vivido allí situaciones inéditas: "tocábamos de espaldas al público y a la gente le gustaba y pagaba por entrar. Me acuerdo que ahí Cerati me dijo: “que buen cantante que sos Pipo”.

Michel Peyronel, baterista de Riff cuenta que siempe se juntaban a “boludear” en el Stud Free Pub. El grupo liderado por Pappo saltó tan rápido a la fama que nunca tocó en alguno de los bares mencionados, salvo en el Parakultural. Pero inspirado en sus noches de rotation, Peyronel, compuso “No más” que salió en su disco solista “A toda máquina”. En esa canción menciona al Zero Bar, al Einstein y a tantas otras guaridas de la época. “Omar me agradeció muchísimas veces por haber compuesto ese tema”, asegura Peyronel, que actualmente está por reditar el CD junto a su nueva formación 'Peyroneles sueltos'. ”No creo que incluya este tema porque dudo que alguno entienda qué quiere decir `cero al Zero, cero al Einstein, cero a todo lo que es diferente ¿hasta cuándo nos irán a molestar?”.


ESQUINA LIBERTAD
(La Esquina del sol, Guatemala y Gurruchaga)

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“El segundo show de los Fabulosos Cadillacs fue en la Esquina del sol gracias a que los Twist, que tenían que tocar esa noche, estaban presos” asegura Rotman. “Estaría drogado Rotman cuando dijo eso. Los Twist nunca estuvimos presos porque yo soy hijo de policía", jura Pipo Cipolatti. Por la razón que sea, este lugar fue testigo del segundo show de los Fabulosos y de presentaciones de Los Abuelos de la nada, Soda Stereo y Patricio Rey y sus redonditos de ricota, entre muchas otras bandas.

IMÁGENES RETRO
(Zero bar, República de la India y Las Heras)

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“En Zero debutó Soda Stereo, llevaban un tercio del público que llevábamos Los Twist. Una vez fueron telorenos nuestros” cuenta orgulloso Pipo Cipolatti. El bar quedaba en el subsuelo de una casa antigüa ubicada frente al Botánico en donde hoy hay un moderno edificio. Fernando Jasminoy, un Metronauta invitado, cuenta que se bajaba por una escalera y que a la izquierda había una barra y al fondo a la derecha el escenario. "Ese lugar me encantaba porque podías tomar algo en la barra con los músicos. Me acuerdo que Timmy McKern, manager de Sumo, pasaba vendiendo los cassettes de Corpiños en la Madrugada. Iban muchos punkitos de Belgrano todos muy arregladitos, yo iba con Naco Goldfinger, el ex saxofonista de los Fabulosos Cadillacs".

HACIENDO COSAS RARAS
(El Parakultural, Venezuela 330)

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El Parakultural no era sólo un templo del rock, lo fue también del teatro y otras artes. Subían al escenario diferentes intérpretes, como Tortonese, Urdapilleta, Las Gambas, los Melli. Se hacían expocisiones y tocaban muchas bandas como Los Redondos, Riff y Virus. Luca caía muchas veces al lugar y se ponía a zapar con una banda que él llamaba “Todos tus trolos”. Actualmente en las instalaciones funciona el Complejo Cultural y Deportivo de SUTERH (Sindicato Único de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal)

TODO UN PALO
(Cemento, Estados Unidos 1234)

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En 1985, cansados de las recurrentes clausuras al Einstein, Emir Omar Chabán y Katja Alemann abrieron Cemento, que permaneció en pie hasta 2004. Allí bandas como Sumo, Patricio Rey y sus redonditos de ricota, Riff, La Renga, Los Piojos, Divididos, Callejeros y Todos Tus Muertos, entre tantos otros, hicieron sus presentaciones antes de volverse masivos y llenar Obras. Pisar el escenario de Cemento era ser considerado lo mejor del under local, por eso se convirtió en uno de los íconos más importantes del rock nacional.

Éstas son sólo algunas de las guaridas que formaron parte de los comienzos del rock nacional. Otras, quedaran sólo en la memoria de los que pasaron sus noches embriagándose de los albores de grandes bandas. Pero todos esos bares dejaron su legado en los miles de antros donde hoy se gestan los embriones de futuros profetas. Es cuestión de salir a buscarlos.